domingo, agosto 28, 2011

Homofobia

Ser gay, homosexual o hueco como se dice peyorativamente en Guatemala no ha de ser tan diferente a otros países, quizás mi caso es que he pasado desapercibido, quizás porque al final sea el motivo que sea no soy amanerado, quizás porque al final la gente con quien me relaciono es gente heterosexual en su mayoría. Pero dejenme contarles que me agarraron desprevenido en una cena de trabajo y un compañero que ahora entiendo lleva mucho tiempo dedicado a fijarse en mi, suelta; ese reportero es hueco igual que vos y te gusta y te lo vas a hechar. Se me cayo la sopa de la boca frente a todos.

El asegura que usted es hueco, que dice que por que muy bla bla bla, que porque bla bla bla me dice un buen amigo. El viaje se lleno de este tipo de anecdotas con la justificación de que a el le cuesta aguantarse las cosas y por eso las suelta como cubetazo de agua fría.

Según yo estaba preparado para vivir estos ataques homofóbicos, mi dignidad y autoestima se vinieron abajo sin poder defenderme sin poder decir nada.

Reconozco que otros y otras homosexuales han vivido y viven peores vajamenes y ataques constantes, quién me cre yo.

Mañana es otro día, a enfrentarme con el lamentable ser humano por los pasillos es lo que viene, no se que haré no se como resoverlo, no se trata de limpiar mi nombre, se trata de procurar el respeto. Me da mucha frustración que esto suceda y se consienta, quién protege a los pequeños. Lo más lamentable de todo esto es que mi propia etnia me ataca, el Kakchiquel igual que yo se encargo de botarme por un momento. Me mostro también que la lucha nunca terminara.

0 comentarios:

Publicar un comentario